Las Siete Iglesias de Asia Menor
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En los capitulos 2 y 3 del libro de Apocalipsis nos relatan los mensajes dados por Jesucristo por medio del angel al apostol Juan para las siete iglesias de Asia Menor. El apostol Juan conocia parte de estas iglesias porque parte de su ministerio transcurria ahi. Aunque aqui se mencionan siete iglesias, lo cierto es que habian otras iglesias en la region. Jesucristo menciono a estas siete porque tienen un significado particular. Segun muchos teologos y eruditos creen que Cristo nombro en ese orden para sugerir profeticamente las principales tendencias de la historia de la iglesia.
Efeso - Iglesia Apostólica (Pentecostes-100 DC)
Esmirna - Iglesia Perseguida (100-316 DC)
Pergamo - Iglesia del Mundo (316-800 DC)
Tiatira - Iglesia medieval (800-1517 DC)
Sardis - Iglesia Estatal (1517-1750)
Filadelfia - Iglesia Misionera Actual (1750-1900)
Laodicea - Iglesia Apóstata (1900-????)
Efeso - Iglesia Apostólica (Pentecostes-100 DC)
Esmirna - Iglesia Perseguida (100-316 DC)
Pergamo - Iglesia del Mundo (316-800 DC)
Tiatira - Iglesia medieval (800-1517 DC)
Sardis - Iglesia Estatal (1517-1750)
Filadelfia - Iglesia Misionera Actual (1750-1900)
Laodicea - Iglesia Apóstata (1900-????)
Éfeso
Historia
Era una de las ciudades más importantes del Mundo Antiguo, por su posición geográfica y actividad industrial. Estaba situada al occidente de Asia Menor (hoy Turquía), entre
Mileto y Esmirna, en el valle del río Caistro, a 5 kilómetros del mar Egeo y entre las montañas de Koresos. Tenía una extensión de seis kilómetros de diámetro y era centro importante en la historia de la Iglesia primitiva. Antes a Éfeso se le conocía como Jonia. Su acceso al mar la convirtió en el principal puerto de Asia Menor durante el Imperio Romano.
Compartió con las ciudades de Alejandría y Antioquia la supremacía comercial e industrial en el Mediterráneo
oriental. Durante el reinado del emperador Adriano, a Éfeso se la nombró capital de la provincia romana de Asia Menor. La historia dice que allí se radico el apóstol Juan después de su regreso de la isla de Patmos. La tradición (escritos postapostólicos) afirma que Juan se trasladó a Éfeso a finales del siglo I d.C. para supervisar y ayudar las iglesias de Asia Menor. El apóstol Juan falleció y fue enterrado en Éfeso.
Como ciudad, Éfeso fue fundada en el siglo XII a.C., cuando los griegos comenzaron a colonizar nuevas
tierras en el Mediterráneo y se mezclaron con los nativos de la región, descendientes de habitantes de Anatolia que vinieron del centro de Asia Menor. En el año 560 a.C. el rey de Lidia llamado Creso conquisto a Éfeso, restauró el templo de Artemisa y benefició de gran manera a la ciudad. Tres años más tarde
la ciudad fue capturada por los persas. Uno de los sucesores de Alejandro El Grande, Lisímaco la reconstruyó mas tarde en el 322 a.C. y la embelleció con la influencia helenista.
Era una de las ciudades más importantes del Mundo Antiguo, por su posición geográfica y actividad industrial. Estaba situada al occidente de Asia Menor (hoy Turquía), entre
Mileto y Esmirna, en el valle del río Caistro, a 5 kilómetros del mar Egeo y entre las montañas de Koresos. Tenía una extensión de seis kilómetros de diámetro y era centro importante en la historia de la Iglesia primitiva. Antes a Éfeso se le conocía como Jonia. Su acceso al mar la convirtió en el principal puerto de Asia Menor durante el Imperio Romano.
Compartió con las ciudades de Alejandría y Antioquia la supremacía comercial e industrial en el Mediterráneo
oriental. Durante el reinado del emperador Adriano, a Éfeso se la nombró capital de la provincia romana de Asia Menor. La historia dice que allí se radico el apóstol Juan después de su regreso de la isla de Patmos. La tradición (escritos postapostólicos) afirma que Juan se trasladó a Éfeso a finales del siglo I d.C. para supervisar y ayudar las iglesias de Asia Menor. El apóstol Juan falleció y fue enterrado en Éfeso.
Como ciudad, Éfeso fue fundada en el siglo XII a.C., cuando los griegos comenzaron a colonizar nuevas
tierras en el Mediterráneo y se mezclaron con los nativos de la región, descendientes de habitantes de Anatolia que vinieron del centro de Asia Menor. En el año 560 a.C. el rey de Lidia llamado Creso conquisto a Éfeso, restauró el templo de Artemisa y benefició de gran manera a la ciudad. Tres años más tarde
la ciudad fue capturada por los persas. Uno de los sucesores de Alejandro El Grande, Lisímaco la reconstruyó mas tarde en el 322 a.C. y la embelleció con la influencia helenista.
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En el año 133 a.C., Atalo III, rey de Pergamo entregó la ciudad a Roma y estuvo bajo el dominio romano hasta el año 262 d.C., cuando los godos la destruyeron. En la era apostólica, Éfeso era el centro administrativo y religioso de la provincia romana de Asia; algunos de sus oficiales se llamaban asiarcas (Hechos 19:31). El templo de Artemisa o Diana era considerado una de las siete maravillas del mundo y estaba localizado al nordeste de la ciudad. Daba nombre a Éfeso y esta se la llamaba “la guardiana de la ciudad de Éfeso” (ver Hechos 19:35). Este templo era la estructura de mármol más grande en el mundo helénico. La superstición y el ocultismo florecieron en gran manera a la sombra del culto de esta diosa, cuyas características eran semejantes a la diosa cananea de la fertilidad Asera.
Según el libro de los Hechos, el apóstol Pablo visito a Éfeso dos veces; a finales de su segundo viaje misionero, cuando iba de prisa hacia Jerusalén (Hechos 18:19-21), y durante el tercer viaje (Hechos 19:1-41). Había en Éfeso una numerosa colonia judía donde Pablo y sus compañeros Aquila y Priscila fueron bien acogidos al llegar por primera vez. Pablo se fue para Jerusalén y sus compañeros permanecieron allí. Fundaron la iglesia en esta ciudad ayudados por Apolos en el 64 d.C. (Hechos 18:24-26). La segunda visita del apóstol Pablo duró tres años, pero esta vez la situación era diferente. Al principio los judíos lo recibieron bien, pero después de predicar tres meses en la sinagoga surgió la oposición por parte de estos. La predicación del Evangelio por parte del apóstol
Pablo iba acompañada de milagros extraordinarios (ver Hechos 19:11). Fueron muchas personas que se convirtieron al Evangelio que los fabricantes de ídolos se vieron amenazados de perder su negocio y provocaron el alboroto que se relata en Hechos 19:23-41. Timoteo permaneció allí para cuidar la iglesia después de la
partida de Pablo (1 Timoteo 1:3).
Desde la época postapostólica hasta la invasión musulmana, Éfeso fue un centro eclesiástico
importante. Aquí se celebró, en 431d.C., el tercer concilio ecuménico donde se condenó la cristología nestoriana (doctrina enseñada por Nestorio que dividía a Jesucristo en dos personas distintas, una humana y otra divina.). Hoy día el sitio de la antigua Éfeso ahora lo ocupa la ciudad turca de Seljuk.
Según el libro de los Hechos, el apóstol Pablo visito a Éfeso dos veces; a finales de su segundo viaje misionero, cuando iba de prisa hacia Jerusalén (Hechos 18:19-21), y durante el tercer viaje (Hechos 19:1-41). Había en Éfeso una numerosa colonia judía donde Pablo y sus compañeros Aquila y Priscila fueron bien acogidos al llegar por primera vez. Pablo se fue para Jerusalén y sus compañeros permanecieron allí. Fundaron la iglesia en esta ciudad ayudados por Apolos en el 64 d.C. (Hechos 18:24-26). La segunda visita del apóstol Pablo duró tres años, pero esta vez la situación era diferente. Al principio los judíos lo recibieron bien, pero después de predicar tres meses en la sinagoga surgió la oposición por parte de estos. La predicación del Evangelio por parte del apóstol
Pablo iba acompañada de milagros extraordinarios (ver Hechos 19:11). Fueron muchas personas que se convirtieron al Evangelio que los fabricantes de ídolos se vieron amenazados de perder su negocio y provocaron el alboroto que se relata en Hechos 19:23-41. Timoteo permaneció allí para cuidar la iglesia después de la
partida de Pablo (1 Timoteo 1:3).
Desde la época postapostólica hasta la invasión musulmana, Éfeso fue un centro eclesiástico
importante. Aquí se celebró, en 431d.C., el tercer concilio ecuménico donde se condenó la cristología nestoriana (doctrina enseñada por Nestorio que dividía a Jesucristo en dos personas distintas, una humana y otra divina.). Hoy día el sitio de la antigua Éfeso ahora lo ocupa la ciudad turca de Seljuk.
Fuente de Trajano en Efeso
El Mensaje a la Iglesia de Éfeso
Muchos eruditos dispensacionales creen que la iglesia de Éfeso representa la primera tendencia de la historia de la iglesia (desde el Pentecostés hasta el 100 d.C.). Esta iglesia representa la iglesia apostólica. Éfeso significa “deseada o deseo ardiente”, lo que se piensa que los habitantes eran fervorosos en sus actividades cotidianas. El Señor le dice a esta iglesia que conocía sus obras y
su arduo trabajo y paciencia y que no puede soportar a los malos. Que ha probado a los que decían ser apóstoles y no lo son y los ha hallado mentirosos. El Señor la elogia por no dejarse engañar de aquellos que fingían ser ministros de Dios y no lo eran y fueron claros en sus señalamientos de ser mentirosos.
Pero lo que no agradó al Señor era que habían dejado “su primer amor”. El primer amor aquí se refiere a la
búsqueda continua del Señor, comunión con el Espíritu Santo. También se descuidó de las obras que esta iglesia hacia, que era el cuidado de los huérfanos, presos y necesitados, estar en constante apoyo en sus necesidades. El apóstol Juan escribió que “el que dice amar a Dios y aborrece a su prójimo es mentiroso porque el que no ama a su prójimo que siempre lo ve, no puede amar a Dios, a quien no ha visto (1 Juan 4:20). También el apóstol Juan escribe en 1 Juan 3:17,18: Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón,¿como mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no
amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. El amor del Señor era tan grande que les aconsejó a que se arrepintieran y que comenzaran de nuevo en el “primer amor” que eran las primeras obras. Esto para el Señor era tan serio que si ellos no obedecían a esta exhortación, el candelero (la luz de la presencia del Señor en la iglesia) se le quitaría de su lugar.
Luego el Señor continúa elogiando a la iglesia de Éfeso ya que esta iglesia aborrecía las obras de los nicolaitas. De los nicolaitas no se sabe mucho pero se dice que este partido o secta que surgió dentro de la Iglesia promovía la inmoralidad e idolatría y trataban de imponer una orden sacerdotal creada por ellos en las iglesias. Se dice que eran seguidores de un tal Nicolás (en griego Nikos que significa Conquistador del pueblo) cuyas enseñanzas y obras eran condenadas en las iglesias de Pergamo (Apocalipsis 2:15) y Éfeso (Apocalipsis 2:6). No se sabe bien quien era su fundador, pero Ireneo y Tertuliano lo identifican con Nicolás de Antioquia, prosélito (gentil convertido al judaísmo), que era uno de los siete diáconos que la iglesia de Jerusalén eligió para supervisar la distribución de alimentos y bienes comunes (Hechos 6:5). Se dice que este apostató de la fe y fundó este partido o secta, pero esto no es muy claro. Algunas referencias escritas por Ireneo, Tertuliano y Clemente sugieren que los nicolaitas continuaron como secta gnóstica hasta el 200 d.C.
El Señor le habla a esta iglesia sobre la bendición para los que vencieren en medio de las circunstancias adversas. Esta bendición es al que venciere le dará de comer del Árbol de la Vida, el cual está en medio del Paraíso de Dios. Esto nos remonta al huerto del Edén cuando Adán y Eva pecaron al comer el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, y Dios les negó a ellos tener acceso del Árbol de la Vida (Génesis 3:22-24). El
Árbol de la Vida simboliza el acceso a la Vida Eterna. Este simbolismo se utiliza en Proverbios 3:18; 11:30; 13:12; y 15:4. Aquí está la promesa para los que se mantengan fieles, que estos estarán en la Ciudad de Dios, hecha por Él con Cristo, que es el Árbol de la Vida que está en medio del Paraíso de Dios.
Muchos eruditos dispensacionales creen que la iglesia de Éfeso representa la primera tendencia de la historia de la iglesia (desde el Pentecostés hasta el 100 d.C.). Esta iglesia representa la iglesia apostólica. Éfeso significa “deseada o deseo ardiente”, lo que se piensa que los habitantes eran fervorosos en sus actividades cotidianas. El Señor le dice a esta iglesia que conocía sus obras y
su arduo trabajo y paciencia y que no puede soportar a los malos. Que ha probado a los que decían ser apóstoles y no lo son y los ha hallado mentirosos. El Señor la elogia por no dejarse engañar de aquellos que fingían ser ministros de Dios y no lo eran y fueron claros en sus señalamientos de ser mentirosos.
Pero lo que no agradó al Señor era que habían dejado “su primer amor”. El primer amor aquí se refiere a la
búsqueda continua del Señor, comunión con el Espíritu Santo. También se descuidó de las obras que esta iglesia hacia, que era el cuidado de los huérfanos, presos y necesitados, estar en constante apoyo en sus necesidades. El apóstol Juan escribió que “el que dice amar a Dios y aborrece a su prójimo es mentiroso porque el que no ama a su prójimo que siempre lo ve, no puede amar a Dios, a quien no ha visto (1 Juan 4:20). También el apóstol Juan escribe en 1 Juan 3:17,18: Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón,¿como mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no
amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. El amor del Señor era tan grande que les aconsejó a que se arrepintieran y que comenzaran de nuevo en el “primer amor” que eran las primeras obras. Esto para el Señor era tan serio que si ellos no obedecían a esta exhortación, el candelero (la luz de la presencia del Señor en la iglesia) se le quitaría de su lugar.
Luego el Señor continúa elogiando a la iglesia de Éfeso ya que esta iglesia aborrecía las obras de los nicolaitas. De los nicolaitas no se sabe mucho pero se dice que este partido o secta que surgió dentro de la Iglesia promovía la inmoralidad e idolatría y trataban de imponer una orden sacerdotal creada por ellos en las iglesias. Se dice que eran seguidores de un tal Nicolás (en griego Nikos que significa Conquistador del pueblo) cuyas enseñanzas y obras eran condenadas en las iglesias de Pergamo (Apocalipsis 2:15) y Éfeso (Apocalipsis 2:6). No se sabe bien quien era su fundador, pero Ireneo y Tertuliano lo identifican con Nicolás de Antioquia, prosélito (gentil convertido al judaísmo), que era uno de los siete diáconos que la iglesia de Jerusalén eligió para supervisar la distribución de alimentos y bienes comunes (Hechos 6:5). Se dice que este apostató de la fe y fundó este partido o secta, pero esto no es muy claro. Algunas referencias escritas por Ireneo, Tertuliano y Clemente sugieren que los nicolaitas continuaron como secta gnóstica hasta el 200 d.C.
El Señor le habla a esta iglesia sobre la bendición para los que vencieren en medio de las circunstancias adversas. Esta bendición es al que venciere le dará de comer del Árbol de la Vida, el cual está en medio del Paraíso de Dios. Esto nos remonta al huerto del Edén cuando Adán y Eva pecaron al comer el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, y Dios les negó a ellos tener acceso del Árbol de la Vida (Génesis 3:22-24). El
Árbol de la Vida simboliza el acceso a la Vida Eterna. Este simbolismo se utiliza en Proverbios 3:18; 11:30; 13:12; y 15:4. Aquí está la promesa para los que se mantengan fieles, que estos estarán en la Ciudad de Dios, hecha por Él con Cristo, que es el Árbol de la Vida que está en medio del Paraíso de Dios.
Esmirna
Historia
Esta era una ciudad grande en la costa occidental de Asia Menor, estaba al norte de Éfeso. Hoy día es la moderna ciudad turca de Izmir que significa mirra o ungüento. Esta resina se
usaba para embalsamar cuerpos y era aromático. Esmirna significa amargura.
Destruida cerca del 600 a.C., quedo casi desierta hasta 280 a.C. y su alianza con Roma era conocida por siglos. Esmirna se convirtió en la sede del culto al emperador, un gran templo dedicado al emperador Tiberio hacia alarde de su alianza con el Imperio. Durante el siglo I d.C. esta ciudad fue una de las más importantes de Asia. Rodeaba un muy buen protegido puerto sobre la costa egea en
la desembocadura del río Hermo. Bella y famosa, ostentaba un semicírculo de edificios públicos llamado “la Corona de Esmirna”. Era una ciudad próspera, en contraste con la pobreza material de la iglesia allí. Esta ciudad contaba con una colonia grande y hostil de judíos, cuya hostilidad contra los cristianos les
ganó el apodo de “sinagoga de Satanás”.
El Evangelio llego rápido a Esmirna, presuntamente de Éfeso (Hechos 19:10). La fidelidad (Apocalipsis 2:10) y el
valor abundaron en la iglesia de Esmirna. Mediante la persecución contra la Iglesia, murieron más de 7,300 cristianos. Cuando Ignacio de Antioquia iba preso a Roma para el martirio en el 117 d.C., escribió en Esmirna cuatro de sus siete cartas (cartas a las iglesias de Éfeso, Magnesia, Trales, y Roma). Dos de estas cartas se dirigieron a esta congregación y a su obispo Policarpo. En seis de sus cartas Ignacio ataca una herejía compuesta de rasgos docetistas, judaizantes y tal vez gnósticos, y promulga como solución la adhesión al obispo, los presbíteros, y diáconos.
El obispo Policarpo fue perseguido, en el primer intento para asesinarlo no pudieron, y según la historia lo pusieron en una olla de aceite hirviendo y no lo pudieron matar. Luego lo trataron de quemar vivo en la hoguera, el viento llevo las llamas al lado opuesto, de manera que la hoguera quedo consumida y el obispo quedo intacto. Luego el verdugo se levantó y lo mató con un hacha para el año 160 d.C. Antes de matarlo trataron a que él negara la fe en el Señor, él dijo: “Ochenta y cuatro años he servido a mi Señor y nunca El me ha faltado y mucho menos me ha fallado, como he de negarlo o blasfemar Su nombre si todo lo que me ha hecho es bien, jamás lo hare”, y luego lo mataron.
El Mensaje a la Iglesia de Esmirna
La iglesia de Esmirna representa el periodo de la iglesia perseguida (100-316 d.C.). Esta iglesia
existió durante el periodo de gran persecución bajo diez emperadores romanos. El primero fue Nerón, uno de los más crueles. El último emperador era Diocleciano que extendió su dominio hasta el tiempo de Constantino en 312 d.C. El Señor conocía el trabajo y obra de esta iglesia, la cual para aquel momento había
empobrecido. A pesar de la persecución, el Señor la tenía en alta estima. Esta iglesia había probado a muchos que decían ser creyentes y no lo eran, no estaban dispuestos a sacrificar sus vidas por el Señor. Aunque muchos negaron la Fe en medio de la persecución, hubo otros que fueron fieles, no importándoles sus vidas.
En Esmirna había muchos que incitaban a la persecución contra los cristianos y los diez días de tribulación que el Señor había advertido en Apocalipsis 2:10, aunque era un tiempo corto, fue muy sufrido para esta iglesia. Para aquellos que fueran fieles hasta la muerte el Señor les recuerda la promesa de que ellos recibirán la “Corona de la Vida” (era el gozo de la vida eterna dada a un vencedor). El Señor termina hablándole a la iglesia
de Esmirna que el que venciere no sufriría daño de la segunda muerte (Apocalipsis 2:11). La segunda muerte es la total separación de Dios y de sus ángeles, de aquellos que no se encontraron inscritos en el Libro de la Vida
(Apocalipsis 20:14). Estos serán echados en el Lago de Fuego y azufre preparado para el diablo y sus huestes.
Esta era una ciudad grande en la costa occidental de Asia Menor, estaba al norte de Éfeso. Hoy día es la moderna ciudad turca de Izmir que significa mirra o ungüento. Esta resina se
usaba para embalsamar cuerpos y era aromático. Esmirna significa amargura.
Destruida cerca del 600 a.C., quedo casi desierta hasta 280 a.C. y su alianza con Roma era conocida por siglos. Esmirna se convirtió en la sede del culto al emperador, un gran templo dedicado al emperador Tiberio hacia alarde de su alianza con el Imperio. Durante el siglo I d.C. esta ciudad fue una de las más importantes de Asia. Rodeaba un muy buen protegido puerto sobre la costa egea en
la desembocadura del río Hermo. Bella y famosa, ostentaba un semicírculo de edificios públicos llamado “la Corona de Esmirna”. Era una ciudad próspera, en contraste con la pobreza material de la iglesia allí. Esta ciudad contaba con una colonia grande y hostil de judíos, cuya hostilidad contra los cristianos les
ganó el apodo de “sinagoga de Satanás”.
El Evangelio llego rápido a Esmirna, presuntamente de Éfeso (Hechos 19:10). La fidelidad (Apocalipsis 2:10) y el
valor abundaron en la iglesia de Esmirna. Mediante la persecución contra la Iglesia, murieron más de 7,300 cristianos. Cuando Ignacio de Antioquia iba preso a Roma para el martirio en el 117 d.C., escribió en Esmirna cuatro de sus siete cartas (cartas a las iglesias de Éfeso, Magnesia, Trales, y Roma). Dos de estas cartas se dirigieron a esta congregación y a su obispo Policarpo. En seis de sus cartas Ignacio ataca una herejía compuesta de rasgos docetistas, judaizantes y tal vez gnósticos, y promulga como solución la adhesión al obispo, los presbíteros, y diáconos.
El obispo Policarpo fue perseguido, en el primer intento para asesinarlo no pudieron, y según la historia lo pusieron en una olla de aceite hirviendo y no lo pudieron matar. Luego lo trataron de quemar vivo en la hoguera, el viento llevo las llamas al lado opuesto, de manera que la hoguera quedo consumida y el obispo quedo intacto. Luego el verdugo se levantó y lo mató con un hacha para el año 160 d.C. Antes de matarlo trataron a que él negara la fe en el Señor, él dijo: “Ochenta y cuatro años he servido a mi Señor y nunca El me ha faltado y mucho menos me ha fallado, como he de negarlo o blasfemar Su nombre si todo lo que me ha hecho es bien, jamás lo hare”, y luego lo mataron.
El Mensaje a la Iglesia de Esmirna
La iglesia de Esmirna representa el periodo de la iglesia perseguida (100-316 d.C.). Esta iglesia
existió durante el periodo de gran persecución bajo diez emperadores romanos. El primero fue Nerón, uno de los más crueles. El último emperador era Diocleciano que extendió su dominio hasta el tiempo de Constantino en 312 d.C. El Señor conocía el trabajo y obra de esta iglesia, la cual para aquel momento había
empobrecido. A pesar de la persecución, el Señor la tenía en alta estima. Esta iglesia había probado a muchos que decían ser creyentes y no lo eran, no estaban dispuestos a sacrificar sus vidas por el Señor. Aunque muchos negaron la Fe en medio de la persecución, hubo otros que fueron fieles, no importándoles sus vidas.
En Esmirna había muchos que incitaban a la persecución contra los cristianos y los diez días de tribulación que el Señor había advertido en Apocalipsis 2:10, aunque era un tiempo corto, fue muy sufrido para esta iglesia. Para aquellos que fueran fieles hasta la muerte el Señor les recuerda la promesa de que ellos recibirán la “Corona de la Vida” (era el gozo de la vida eterna dada a un vencedor). El Señor termina hablándole a la iglesia
de Esmirna que el que venciere no sufriría daño de la segunda muerte (Apocalipsis 2:11). La segunda muerte es la total separación de Dios y de sus ángeles, de aquellos que no se encontraron inscritos en el Libro de la Vida
(Apocalipsis 20:14). Estos serán echados en el Lago de Fuego y azufre preparado para el diablo y sus huestes.
Pergamo
Historia
Pergamo era una antigua ciudad de Misia en Asia Menor. Ocupaba un promontorio entre dos tributarios del río Caicus, donde ha habido una población desde tiempos prehistóricos. Capital de reinos desde 282 a.C., siguió bajo el dominio romano como capital administrativa de la provincia romana de Asia Menor. Pergamo significa literalmente “ciudadela” pero también “compromiso matrimonial”. Esta ciudad contaba con una biblioteca que guardaba doscientos mil tomos. Era el centro de mayor culto a ídolos y dioses en el Asia Menor. El famoso templo del dios Esculapio (el dios de la salud) hizo de esta ciudad el centro de sanidad milagrosa. El símbolo de este dios era la serpiente, icono de lo que es hoy la Medicina. Había altares dedicados a los dioses Zeus, Atenea y Dionisos, que eran muy frecuentados por sus adoradores. El primer templo dedicado al emperador de Roma se construyó en Pergamo en el 29 a.C., para honrar a Cesar Augusto y al Imperio. Pergamo era sede en Asia de la religión oficial del estado. Antipas, (era miembro fiel de la Iglesia, obispo de la iglesia de Pergamo) lo martirizaron al éste negarse a ofrendar la reglamentaria ofrenda de incienso al emperador. Lo asaron vivo en una olla de bronce en el tiempo del emperador Domiciano.
Pergamo era una antigua ciudad de Misia en Asia Menor. Ocupaba un promontorio entre dos tributarios del río Caicus, donde ha habido una población desde tiempos prehistóricos. Capital de reinos desde 282 a.C., siguió bajo el dominio romano como capital administrativa de la provincia romana de Asia Menor. Pergamo significa literalmente “ciudadela” pero también “compromiso matrimonial”. Esta ciudad contaba con una biblioteca que guardaba doscientos mil tomos. Era el centro de mayor culto a ídolos y dioses en el Asia Menor. El famoso templo del dios Esculapio (el dios de la salud) hizo de esta ciudad el centro de sanidad milagrosa. El símbolo de este dios era la serpiente, icono de lo que es hoy la Medicina. Había altares dedicados a los dioses Zeus, Atenea y Dionisos, que eran muy frecuentados por sus adoradores. El primer templo dedicado al emperador de Roma se construyó en Pergamo en el 29 a.C., para honrar a Cesar Augusto y al Imperio. Pergamo era sede en Asia de la religión oficial del estado. Antipas, (era miembro fiel de la Iglesia, obispo de la iglesia de Pergamo) lo martirizaron al éste negarse a ofrendar la reglamentaria ofrenda de incienso al emperador. Lo asaron vivo en una olla de bronce en el tiempo del emperador Domiciano.
Altar de Pergamo
El Mensaje a la Iglesia de Pergamo
Esta iglesia representa el periodo de la Iglesia mundana (316-800 d.C.). Este periodo la iglesia invalidó el “pacto o compromiso matrimonial” de guardarse de este mundo para el Señor. Cayó en idolatría e inmoralidad casándose con el Estado. El Señor comienza a hablar a esta iglesia: “Y escribe al ángel de la Iglesia de Pergamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:” (Apocalipsis 2:12). La espada de dos filos es tipo de la palabra de autoridad (Hebreos 4:12). El Señor conocía las obras de esta iglesia. Esta iglesia se dice que complacía los deseos paganos de la ciudad y permitió la inmoralidad e idolatría. Es la razón que se dice que tiene el trono de Satanás y es que en el centro de la ciudad de Pergamo había un gigante “trono” que era costumbre del gobierno de esta ciudad, como símbolo de autoridad. Los habitantes creían que por tiempo los dioses en turno se sentaban en este trono como reyes y dueños de esta ciudad.
El Señor amonestó a esta iglesia por la tolerancia a los que retenían la doctrina de Balaam y de los nicolaitas. Balaam era un profeta gentil que vendió sus servicios a un rey malvado moabita para
hacer tropezar al pueblo de Israel durante el Éxodo. Balaam significa “desviador del pueblo” y vendió su servicio a Dios por el amor al dinero y para congraciarse con el rey de Moab. Este desvió al pueblo de Israel a fornicar con mujeres paganas (Números 25:1-3), (Números 31:15-16) y a adorar a sus ídolos. Por esta causa perecieron 24,000 personas (Números 25:9). A pesar de la carnalidad y débil espiritualidad de parte de esta iglesia, hubo cristianos que no negaron la fe en Cristo hasta la muerte. Este tipo de adulterio espiritual es
producto de la unión de la iglesia con el Estado. El cristianismo se convirtió en la religión del Estado. El emperador Constantino (274-337 d.C.) igualó los derechos de la Iglesia y el paganismo. El motivo principal de unir la Iglesia con el Estado era más bien político que religioso. Para consolidar su imperio que estaba dividido, unió los súbditos cristianos con los paganos en un solo pueblo.
Este emperador es el precursor de lo que se conoce como la Iglesia Católica Romana. Cuando iba para la batalla contra Majencio por la supremacía de Occidente en el puente Milvio, tuvo una visión que le aseguraba la victoria por parte de Dios. La “visión” que vio era de un lábaro (la cruz y el monograma de Cristo) y lo adoptó para él y su ejército. Este emblema es usado hoy en día por el papado y el Vaticano. El emperador Constantino otorgó privilegios a los pastores y obispos, e impuso una jerarquía dentro de la Iglesia que era parte del dogma nicolaita. Esto dividió la Iglesia donde los verdaderos cristianos fieles se separaron de los que eran leales al
emperador. Inclusive Constantino se dio el título de Pontifice Maximus o Sacerdote de turno, pero practicaba las costumbres paganas. Dio a los obispos edificios grandes, hermosos y costosos, hechos de mármol, de piedras preciosas y raras. Las iglesias se hicieron ricas y famosas. Introdujo una forma carnal e idolatra de adoración a la Iglesia. Numerosas fiestas y métodos paganos fueron incorporados a los cultos de los creyentes a fin de agradar a los paganos y atraerlos a la religión. La Iglesia se alejó de la verdadera Adoración y comunión con el Señor. Constantino era un hombre que en su tiempo cambió todo el patrón del verdadero cristianismo para unir la Iglesia con el Estado. Esto es tipo de lo que el Anticristo ha de hacer durante su gobierno en la Tierra
(Daniel 7:20-25) con el falso profeta y la Gran Babilonia. El Señor le dice a la iglesia de Pergamo que se arrepintiera, pues si no lo hacía purgaría a la iglesia con la espada de su boca, o sea la palabra de juicio.
El Señor le dice a esta iglesia que al que venciere le dará del mana escondido. Según la mitología apócrifa judía, la olla del mana del Arca del Pacto (ver Éxodo 16:4,31-34), fue escondida por Jeremías, o llevada por un ángel al cielo, en el momento de la destrucción de Jerusalén en el año 586 a.C., donde permanecería hasta la venida del Mesías (2 Macabeos 2:4-8). Este mana es el Pan de Vida, Cristo Jesús, nuestro alimento celestial (Juan 6:31-55; Éxodo 16:4-35; Hebreos 9:4). La otra recompensa era que se le daba una piedrecita blanca, que entre los antiguos se le obsequiaba a aquellos que en medio de una persecución se le daba esta piedra. También a los vencedores en los juegos. Esta piedrecita es tipo de perfección, la cual aparecía un nombre nuevo que solamente podría ser visto por el Sumo Sacerdote y por la persona a quien se le obsequiaba. También cuando los jurados votaban depositaban una piedrecita blanca en una urna.
Esta iglesia representa el periodo de la Iglesia mundana (316-800 d.C.). Este periodo la iglesia invalidó el “pacto o compromiso matrimonial” de guardarse de este mundo para el Señor. Cayó en idolatría e inmoralidad casándose con el Estado. El Señor comienza a hablar a esta iglesia: “Y escribe al ángel de la Iglesia de Pergamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:” (Apocalipsis 2:12). La espada de dos filos es tipo de la palabra de autoridad (Hebreos 4:12). El Señor conocía las obras de esta iglesia. Esta iglesia se dice que complacía los deseos paganos de la ciudad y permitió la inmoralidad e idolatría. Es la razón que se dice que tiene el trono de Satanás y es que en el centro de la ciudad de Pergamo había un gigante “trono” que era costumbre del gobierno de esta ciudad, como símbolo de autoridad. Los habitantes creían que por tiempo los dioses en turno se sentaban en este trono como reyes y dueños de esta ciudad.
El Señor amonestó a esta iglesia por la tolerancia a los que retenían la doctrina de Balaam y de los nicolaitas. Balaam era un profeta gentil que vendió sus servicios a un rey malvado moabita para
hacer tropezar al pueblo de Israel durante el Éxodo. Balaam significa “desviador del pueblo” y vendió su servicio a Dios por el amor al dinero y para congraciarse con el rey de Moab. Este desvió al pueblo de Israel a fornicar con mujeres paganas (Números 25:1-3), (Números 31:15-16) y a adorar a sus ídolos. Por esta causa perecieron 24,000 personas (Números 25:9). A pesar de la carnalidad y débil espiritualidad de parte de esta iglesia, hubo cristianos que no negaron la fe en Cristo hasta la muerte. Este tipo de adulterio espiritual es
producto de la unión de la iglesia con el Estado. El cristianismo se convirtió en la religión del Estado. El emperador Constantino (274-337 d.C.) igualó los derechos de la Iglesia y el paganismo. El motivo principal de unir la Iglesia con el Estado era más bien político que religioso. Para consolidar su imperio que estaba dividido, unió los súbditos cristianos con los paganos en un solo pueblo.
Este emperador es el precursor de lo que se conoce como la Iglesia Católica Romana. Cuando iba para la batalla contra Majencio por la supremacía de Occidente en el puente Milvio, tuvo una visión que le aseguraba la victoria por parte de Dios. La “visión” que vio era de un lábaro (la cruz y el monograma de Cristo) y lo adoptó para él y su ejército. Este emblema es usado hoy en día por el papado y el Vaticano. El emperador Constantino otorgó privilegios a los pastores y obispos, e impuso una jerarquía dentro de la Iglesia que era parte del dogma nicolaita. Esto dividió la Iglesia donde los verdaderos cristianos fieles se separaron de los que eran leales al
emperador. Inclusive Constantino se dio el título de Pontifice Maximus o Sacerdote de turno, pero practicaba las costumbres paganas. Dio a los obispos edificios grandes, hermosos y costosos, hechos de mármol, de piedras preciosas y raras. Las iglesias se hicieron ricas y famosas. Introdujo una forma carnal e idolatra de adoración a la Iglesia. Numerosas fiestas y métodos paganos fueron incorporados a los cultos de los creyentes a fin de agradar a los paganos y atraerlos a la religión. La Iglesia se alejó de la verdadera Adoración y comunión con el Señor. Constantino era un hombre que en su tiempo cambió todo el patrón del verdadero cristianismo para unir la Iglesia con el Estado. Esto es tipo de lo que el Anticristo ha de hacer durante su gobierno en la Tierra
(Daniel 7:20-25) con el falso profeta y la Gran Babilonia. El Señor le dice a la iglesia de Pergamo que se arrepintiera, pues si no lo hacía purgaría a la iglesia con la espada de su boca, o sea la palabra de juicio.
El Señor le dice a esta iglesia que al que venciere le dará del mana escondido. Según la mitología apócrifa judía, la olla del mana del Arca del Pacto (ver Éxodo 16:4,31-34), fue escondida por Jeremías, o llevada por un ángel al cielo, en el momento de la destrucción de Jerusalén en el año 586 a.C., donde permanecería hasta la venida del Mesías (2 Macabeos 2:4-8). Este mana es el Pan de Vida, Cristo Jesús, nuestro alimento celestial (Juan 6:31-55; Éxodo 16:4-35; Hebreos 9:4). La otra recompensa era que se le daba una piedrecita blanca, que entre los antiguos se le obsequiaba a aquellos que en medio de una persecución se le daba esta piedra. También a los vencedores en los juegos. Esta piedrecita es tipo de perfección, la cual aparecía un nombre nuevo que solamente podría ser visto por el Sumo Sacerdote y por la persona a quien se le obsequiaba. También cuando los jurados votaban depositaban una piedrecita blanca en una urna.
Tiatira
Historia
Tiatira significa “sacrificio continuo”. Era una ciudad de Asia Menor fundada por Seleuco I de Siria en el siglo IV a.C. Estaba en el valle del rio Lico; centro de asociaciones comerciales. Tenía numerosos gremios de mercaderes, cada uno con su propia deidad o dios. Era habitada por macedonios y se destacaba en la confección de
ropa, tintorería, la tinta purpura real, alfarería, y fundición de bronce. Fue
una guarnición fronteriza antes de pasar al Imperio Romano en el 133 a.C. Aun
después de esto conservo su importancia en la industria y en la red de carreteras. Esta ciudad auspiciaba frecuentemente festividades paganas y orgias. En la actualidad se le conoce como Akhissar.
Mensaje a la Iglesia de Tiatira
El periodo de esta iglesia de Tiatira (Iglesia corrupta) comprende desde el año 606 d.C. (el Papado Romano) hasta el 1520 d.C. que es cuando comienza la Reforma protestante cuyo fundador era Martin Lutero. Cuando el Señor le dice a esta iglesia “El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al bronce bruñido, dice esto” (Apocalipsis 2:18) significa: que ninguna cosa se oculta delante de Él,
porque todo lo ve y conoce las intenciones del corazón del hombre. El Rey de Gloria conocía las obras y enseñanzas paganas de esta iglesia de Asia Menor. Y el termino “bronce bruñido” es que el Señor iba en carácter de juicio. El Señor la elogia por su amor, su fe, su paciencia y que sus obras postreras son mayores
que las primeras. Cristo la amonesta por tolerar la idolatría y la inmoralidad. Cuando El le dice “que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice ser profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas
sacrificadas a los ídolos”, no se sabe a ciencia cierta a quien se refería. Se dice que en esta Iglesia hay una mujer de gran influencia en la congregación, que está enseñando falsas doctrinas y desviando a los hermanos a la idolatría y la inmoralidad sexual. Por esta causa la iglesia complacía a los gremios y grupos de comerciantes que eran idolatras. De esta forma la iglesia se acomodó a lo que la sociedad imponía y no según la Palabra de Dios.
Esta Jezabel era un nombre simbólico a que se le daba a esta falsa profetiza, porque hacía lo mismo que la mujer de Acab e hija del rey Etbaal de Sidón (1 Reyes 16:29-33). Jezabel era manipuladora, controlaba al reino de Israel teniendo al rey Acab como títere. Era prostituta y hechicera (2 Reyes 9:22). Le gustaba inducir al mal, tanto a su esposo como al pueblo (1 Reyes 21:25). Perseguía y mataba a los profetas de Jehová (1 Reyes 18:4) y mantenía a los profetas paganos de ellos (1 Reyes 18:19).
El Señor le dio oportunidad a la Jezabel de la Iglesia para arrepentirse, de detenerse y reconsiderar sus
errores. Esta Jezabel era de tropiezo para la iglesia de Tiatira y al ésta no arrepentirse de su pecado, el Señor la “arroja en cama”, que es juicio tanto físico como espiritual y decreta juicio de gran tribulación y muerte contra aquellos que la siguieron. Así como Jezabel del Antiguo Testamento que fue arrojada desde una ventana del palacio por tres de sus eunucos cuando Jehu vino a Jezreel. Fue mordida y despedazada por los perros (1Reyes 21:23; 2 Reyes 9:30-37) y también sus hijos y seguidores (2 Reyes 10:11-17).
Esto simboliza el periodo de la asunción de la soberanía papal por el obispo de Roma, al principio del siglo
séptimo hasta la Reforma. Durante este tiempo la Iglesia adoptó muchas enseñanzas paganas para poder tener una forma de religión, en la cual podían unir a cristianos y paganos. Muchos de los dioses de la Roma pagana fueron apropiados y consagrados como imágenes de santos recibiendo adoración y veneración. La corrupción eclesiástica comenzó desde los días de Constantino, emperador de Roma y Pontifice Maximus de la Iglesia.
Con esto comenzó los abusos por parte del Papa instituyendo el sacrificio de la misa y la venta de las indulgencias. Las indulgencias eran la remisión parcial o total de la deuda del castigo que se debe a Dios después de que se ha perdonado la culpa. La teología de las indulgencias consistía que el pecado y el castigo eterno eran perdonados por la penitencia, la justicia divina demandaba a que el pecador pagara el crimen en
esta vida y entrar en el pulgatorio. Por esto el pecador pagaba una suma de dinero para obtener la indulgencia y hacia ayunos parciales, oraciones y buenas obras para que su alma no fuera al infierno. El único que tenia la autoridad para conceder las indulgencias era el Papa, aunque delegaba su autoridad a ciertos obispos o cardenales. En el siglo XII las indulgencias se pusieron en venta para que los clérigos inescrupulosos obtuvieran dinero y enriquecerse. A los participantes de las Cruzadas se les ofrecían las indulgencias como pago por
su alma. Como consecuencia de esto surgen las Cruzadas hacia Jerusalén cuyo propósito era conquistar la Santa Ciudad y arrebatársela a los musulmanes. Martin Lutero con sus Noventa y Cinco Tesis protestó contra las
indulgencias. En el 1517 en el Concilio de Trento se puso fin a los abusos de las indulgencias pero no a la doctrina como tal.
Otros abusos como la persecución religiosa y la Santa Inquisición, donde se torturaban y mataban a los que no
confesaban la fe católica romana y al Papa. A estos la Iglesia Romana los acusaba de herejes y brujos. Fueron expulsados de España y otras naciones europeas a judíos y moros. Muchos de los cristianos que perseveraban en la verdadera fe fueron martirizados y muertos, así como judíos y musulmanes. Por esto surge la migración de los perseguidos a otras tierras como por ejemplo a América.
Aun así hay en la Iglesia de Tiratira un remanente fiel al Señor, los que no conocían las “profundidades de Satanás” (que son las enseñanzas heréticas) y Cristo le promete que no le impondrá otro tipo de carga, para que no se le hiciera difícil servir al Señor. El Señor les exhorta a que se mantengan fieles y puros delante de Dios hasta su venida. También le hace la promesa que al que venciere y guardare sus obras El le dará
autoridad (Estrella de la Mañana- Cristo, que es toda autoridad) sobre las naciones en el reinado mesiánico (Isaías 11) en el Milenio (Salmo 2:8; Isaías 30:14; Jeremías 19:11).
Tiatira significa “sacrificio continuo”. Era una ciudad de Asia Menor fundada por Seleuco I de Siria en el siglo IV a.C. Estaba en el valle del rio Lico; centro de asociaciones comerciales. Tenía numerosos gremios de mercaderes, cada uno con su propia deidad o dios. Era habitada por macedonios y se destacaba en la confección de
ropa, tintorería, la tinta purpura real, alfarería, y fundición de bronce. Fue
una guarnición fronteriza antes de pasar al Imperio Romano en el 133 a.C. Aun
después de esto conservo su importancia en la industria y en la red de carreteras. Esta ciudad auspiciaba frecuentemente festividades paganas y orgias. En la actualidad se le conoce como Akhissar.
Mensaje a la Iglesia de Tiatira
El periodo de esta iglesia de Tiatira (Iglesia corrupta) comprende desde el año 606 d.C. (el Papado Romano) hasta el 1520 d.C. que es cuando comienza la Reforma protestante cuyo fundador era Martin Lutero. Cuando el Señor le dice a esta iglesia “El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al bronce bruñido, dice esto” (Apocalipsis 2:18) significa: que ninguna cosa se oculta delante de Él,
porque todo lo ve y conoce las intenciones del corazón del hombre. El Rey de Gloria conocía las obras y enseñanzas paganas de esta iglesia de Asia Menor. Y el termino “bronce bruñido” es que el Señor iba en carácter de juicio. El Señor la elogia por su amor, su fe, su paciencia y que sus obras postreras son mayores
que las primeras. Cristo la amonesta por tolerar la idolatría y la inmoralidad. Cuando El le dice “que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice ser profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas
sacrificadas a los ídolos”, no se sabe a ciencia cierta a quien se refería. Se dice que en esta Iglesia hay una mujer de gran influencia en la congregación, que está enseñando falsas doctrinas y desviando a los hermanos a la idolatría y la inmoralidad sexual. Por esta causa la iglesia complacía a los gremios y grupos de comerciantes que eran idolatras. De esta forma la iglesia se acomodó a lo que la sociedad imponía y no según la Palabra de Dios.
Esta Jezabel era un nombre simbólico a que se le daba a esta falsa profetiza, porque hacía lo mismo que la mujer de Acab e hija del rey Etbaal de Sidón (1 Reyes 16:29-33). Jezabel era manipuladora, controlaba al reino de Israel teniendo al rey Acab como títere. Era prostituta y hechicera (2 Reyes 9:22). Le gustaba inducir al mal, tanto a su esposo como al pueblo (1 Reyes 21:25). Perseguía y mataba a los profetas de Jehová (1 Reyes 18:4) y mantenía a los profetas paganos de ellos (1 Reyes 18:19).
El Señor le dio oportunidad a la Jezabel de la Iglesia para arrepentirse, de detenerse y reconsiderar sus
errores. Esta Jezabel era de tropiezo para la iglesia de Tiatira y al ésta no arrepentirse de su pecado, el Señor la “arroja en cama”, que es juicio tanto físico como espiritual y decreta juicio de gran tribulación y muerte contra aquellos que la siguieron. Así como Jezabel del Antiguo Testamento que fue arrojada desde una ventana del palacio por tres de sus eunucos cuando Jehu vino a Jezreel. Fue mordida y despedazada por los perros (1Reyes 21:23; 2 Reyes 9:30-37) y también sus hijos y seguidores (2 Reyes 10:11-17).
Esto simboliza el periodo de la asunción de la soberanía papal por el obispo de Roma, al principio del siglo
séptimo hasta la Reforma. Durante este tiempo la Iglesia adoptó muchas enseñanzas paganas para poder tener una forma de religión, en la cual podían unir a cristianos y paganos. Muchos de los dioses de la Roma pagana fueron apropiados y consagrados como imágenes de santos recibiendo adoración y veneración. La corrupción eclesiástica comenzó desde los días de Constantino, emperador de Roma y Pontifice Maximus de la Iglesia.
Con esto comenzó los abusos por parte del Papa instituyendo el sacrificio de la misa y la venta de las indulgencias. Las indulgencias eran la remisión parcial o total de la deuda del castigo que se debe a Dios después de que se ha perdonado la culpa. La teología de las indulgencias consistía que el pecado y el castigo eterno eran perdonados por la penitencia, la justicia divina demandaba a que el pecador pagara el crimen en
esta vida y entrar en el pulgatorio. Por esto el pecador pagaba una suma de dinero para obtener la indulgencia y hacia ayunos parciales, oraciones y buenas obras para que su alma no fuera al infierno. El único que tenia la autoridad para conceder las indulgencias era el Papa, aunque delegaba su autoridad a ciertos obispos o cardenales. En el siglo XII las indulgencias se pusieron en venta para que los clérigos inescrupulosos obtuvieran dinero y enriquecerse. A los participantes de las Cruzadas se les ofrecían las indulgencias como pago por
su alma. Como consecuencia de esto surgen las Cruzadas hacia Jerusalén cuyo propósito era conquistar la Santa Ciudad y arrebatársela a los musulmanes. Martin Lutero con sus Noventa y Cinco Tesis protestó contra las
indulgencias. En el 1517 en el Concilio de Trento se puso fin a los abusos de las indulgencias pero no a la doctrina como tal.
Otros abusos como la persecución religiosa y la Santa Inquisición, donde se torturaban y mataban a los que no
confesaban la fe católica romana y al Papa. A estos la Iglesia Romana los acusaba de herejes y brujos. Fueron expulsados de España y otras naciones europeas a judíos y moros. Muchos de los cristianos que perseveraban en la verdadera fe fueron martirizados y muertos, así como judíos y musulmanes. Por esto surge la migración de los perseguidos a otras tierras como por ejemplo a América.
Aun así hay en la Iglesia de Tiratira un remanente fiel al Señor, los que no conocían las “profundidades de Satanás” (que son las enseñanzas heréticas) y Cristo le promete que no le impondrá otro tipo de carga, para que no se le hiciera difícil servir al Señor. El Señor les exhorta a que se mantengan fieles y puros delante de Dios hasta su venida. También le hace la promesa que al que venciere y guardare sus obras El le dará
autoridad (Estrella de la Mañana- Cristo, que es toda autoridad) sobre las naciones en el reinado mesiánico (Isaías 11) en el Milenio (Salmo 2:8; Isaías 30:14; Jeremías 19:11).
Sardis
Sardis era una ciudad muy antigua del Asia Menor. Estaba ubicada a unos 50 km (30 millas) al sudoeste de Tiatira, al pie del monte Tmol, la Riviera del rio Lico. Fue la antigua capital del reino de Lidia, que alcanzó gran riqueza en el siglo VI a.C. bajo el reinado de su último rey Creso. Lidia era un reino rico y muy fuerte, cuya industria principal era la confección y tintura de vestidos de lana, y trabajaban en la metalurgia como la producción de monedas. Aun en la era apostólica era una ciudad prospera gracias al oro del rio Pactolo que atravesaba la ciudad y al comercio que le proporcionaban cinco carreteras principales. En sus primeros tiempos era una ciudad fortificada difícil de atravesar gracias a los acantilados que la rodeaban.
El rey Creso hizo una alianza con Egipto, Babilonia y Esparta para combatir a los persas, pero luego después de un fallido esfuerzo de tomar a la ciudad de Capadocia, huyó a Sardis. Los persas lo persiguieron y en el 546 a.C. el rey persa Ciro, El Grande asedió Sardis. Un soldado persa vio la ruta por la cual un guerrero defensor descendía de la muralla para rescatar su yelmo que se había caído y esa noche Sardis cayó y el rey Creso fue castigado y muerto en el 546 a.C. La misma táctica permitió la captura de esta ciudad en 214 a.C., bajo el rey seleucida Antíoco el Grande y paso a ser ciudad romana en el 133 a.C. El terremoto de 17 d.C. devasto la
ciudad, pero gracias a la generosidad del emperador romano Tiberio, el historiador Estrabón (26 d.C.) pudo describirla de nuevo como una “gran ciudad”. Fue reconstruida de nuevo y hoy día permanece en su lugar la ciudad de Anatolia, establecida durante el periodo Bizantino tardío. Fue destruida en el 1402 por Temur, descendiente de Gengis Khan.
El Mensaje de la Iglesia de Sardis
Sardis significa “los que salieron” y comprende el periodo de la reforma protestante que comenzó en 1517 al 1750 d.C. Esto quiere decir que un grupo escapó de la iglesia papal que estaba llena de abominaciones y apostasía. Este periodo se conoce como el surgimiento de de la Iglesia estatal (iglesia muerta).
Cuando el Señor dice a esta iglesia “El que tiene los siete espíritus de Dios” (Apocalipsis 3:1) significa que viene con la autoridad y plenitud total del Espíritu Santo. También significa poderío y dominio. Y el versículo
que le sigue “y las siete estrellas” significa que El tiene el control de los siete pastores o ministros de cada iglesia que se menciona en Apocalipsis 1:11-20 y conoce como estos están funcionando en sus respectivas congregaciones.
Cuando el Señor dice: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives pero estas muerto” (Apocalipsis
3:1) es debido a su autoconfianza, altivez y apatía espiritual. Confiaba en su gran reputación pero carecía de humildad, pensaban que con hacer solo buenas obras se justificaban delante de Dios, pero era un error porque el Señor los había examinado (Apocalipsis 3:2). Las buenas obras no siempre indican la condición verdadera del corazón, pero un buen corazón, que ame a Dios, que tenga comunión con El y obedece el deseo de Dios para él, produce buenas obras. El Señor le dice a esta iglesia “DESPIERTA” reaviva lo que aun es rescatable,
afirma las cosas buenas que tienes y arrepiéntete de lo que has caído. También le dice: “Recuerda lo que has recibido” esto es la adopción como hijos de Dios, mediante Jesucristo, por la salvación. El Señor le advierte que si no se preparaba vendría como ladrón. Esto es de un juicio inesperado, sin aviso. El Señor dice en Apocalipsis 16:15: “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo y vean su vergüenza”. Una persona que esté familiarizado con el servicio del
Templo de Jerusalén sabia a lo que esto refería. Si era encontrado un guardia del Templo durmiendo durante su turno, a este se lo tomaba y se le quitaba sus vestiduras y lo dejaban desnudo como castigo. Esto le está diciendo a la Iglesia de hoy, “Despiértate, prepárate, ciñe tus lomos porque el Señor viene pronto.”
El Señor la elogia cuando le dice que tiene un remanente que se han mantenido puros, fieles y firmes en la Fe de Cristo. A estos le hace la promesa de que El estaría con ellos hasta que se cumpla la promesa, que sus nombres no serian borrados del libro de la Vida y que serian reconocidos delante de Dios. Esto nos recuerda que cuando se manifiesta la Reforma Protestante un grupo de la Iglesia se apartó de la apostasía y abominaciones de la iglesia papal. El movimiento de la Reforma estimuló y ayudó a que las Sagradas Escrituras se conocieran mejor. Le dio valor a las Escrituras y en la justificación por la fe.
El rey Creso hizo una alianza con Egipto, Babilonia y Esparta para combatir a los persas, pero luego después de un fallido esfuerzo de tomar a la ciudad de Capadocia, huyó a Sardis. Los persas lo persiguieron y en el 546 a.C. el rey persa Ciro, El Grande asedió Sardis. Un soldado persa vio la ruta por la cual un guerrero defensor descendía de la muralla para rescatar su yelmo que se había caído y esa noche Sardis cayó y el rey Creso fue castigado y muerto en el 546 a.C. La misma táctica permitió la captura de esta ciudad en 214 a.C., bajo el rey seleucida Antíoco el Grande y paso a ser ciudad romana en el 133 a.C. El terremoto de 17 d.C. devasto la
ciudad, pero gracias a la generosidad del emperador romano Tiberio, el historiador Estrabón (26 d.C.) pudo describirla de nuevo como una “gran ciudad”. Fue reconstruida de nuevo y hoy día permanece en su lugar la ciudad de Anatolia, establecida durante el periodo Bizantino tardío. Fue destruida en el 1402 por Temur, descendiente de Gengis Khan.
El Mensaje de la Iglesia de Sardis
Sardis significa “los que salieron” y comprende el periodo de la reforma protestante que comenzó en 1517 al 1750 d.C. Esto quiere decir que un grupo escapó de la iglesia papal que estaba llena de abominaciones y apostasía. Este periodo se conoce como el surgimiento de de la Iglesia estatal (iglesia muerta).
Cuando el Señor dice a esta iglesia “El que tiene los siete espíritus de Dios” (Apocalipsis 3:1) significa que viene con la autoridad y plenitud total del Espíritu Santo. También significa poderío y dominio. Y el versículo
que le sigue “y las siete estrellas” significa que El tiene el control de los siete pastores o ministros de cada iglesia que se menciona en Apocalipsis 1:11-20 y conoce como estos están funcionando en sus respectivas congregaciones.
Cuando el Señor dice: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives pero estas muerto” (Apocalipsis
3:1) es debido a su autoconfianza, altivez y apatía espiritual. Confiaba en su gran reputación pero carecía de humildad, pensaban que con hacer solo buenas obras se justificaban delante de Dios, pero era un error porque el Señor los había examinado (Apocalipsis 3:2). Las buenas obras no siempre indican la condición verdadera del corazón, pero un buen corazón, que ame a Dios, que tenga comunión con El y obedece el deseo de Dios para él, produce buenas obras. El Señor le dice a esta iglesia “DESPIERTA” reaviva lo que aun es rescatable,
afirma las cosas buenas que tienes y arrepiéntete de lo que has caído. También le dice: “Recuerda lo que has recibido” esto es la adopción como hijos de Dios, mediante Jesucristo, por la salvación. El Señor le advierte que si no se preparaba vendría como ladrón. Esto es de un juicio inesperado, sin aviso. El Señor dice en Apocalipsis 16:15: “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo y vean su vergüenza”. Una persona que esté familiarizado con el servicio del
Templo de Jerusalén sabia a lo que esto refería. Si era encontrado un guardia del Templo durmiendo durante su turno, a este se lo tomaba y se le quitaba sus vestiduras y lo dejaban desnudo como castigo. Esto le está diciendo a la Iglesia de hoy, “Despiértate, prepárate, ciñe tus lomos porque el Señor viene pronto.”
El Señor la elogia cuando le dice que tiene un remanente que se han mantenido puros, fieles y firmes en la Fe de Cristo. A estos le hace la promesa de que El estaría con ellos hasta que se cumpla la promesa, que sus nombres no serian borrados del libro de la Vida y que serian reconocidos delante de Dios. Esto nos recuerda que cuando se manifiesta la Reforma Protestante un grupo de la Iglesia se apartó de la apostasía y abominaciones de la iglesia papal. El movimiento de la Reforma estimuló y ayudó a que las Sagradas Escrituras se conocieran mejor. Le dio valor a las Escrituras y en la justificación por la fe.
Filadelfia
Era una ciudad de Asia Menor. Se dice que fue fundada en el siglo II a.C. por Eumenes, rey de Pergamo, que le puso el nombre de Filadelfia (amor fraternal), sobrenombre que tenía su hermano Atalo; pero fue el rey Atalo II Filadelfo quien la fundó. Estaba situada en un extremo del ancho valle del rio Cogamis (tributario de Hermo), que desemboca en
el mar cerca de Esmirna, en el umbral de una meseta muy fértil, fuente de mucha
prosperidad. Los emperadores romanos querían que los filadelfos civilizaran a los autóctonos del interior de Lidia. Esta región era sacudida por frecuentes terremotos y el más violento fue en 17d.C. que destruyó la ciudad. Debido a estas convulsiones sísmicas no cesaban, los habitantes se trasladaron a las afueras de la ciudad a vivir en tiendas de campaña. Luego de recibir una contribución imperial para su reconstrucción, la ciudad recibió el nombre de Neocesarea; luego bajo el emperador Vespasiano tomó el nombre de Flavia. Debido a sus numerosos festivales religiosos la apodaron “Atenitas”.
el mar cerca de Esmirna, en el umbral de una meseta muy fértil, fuente de mucha
prosperidad. Los emperadores romanos querían que los filadelfos civilizaran a los autóctonos del interior de Lidia. Esta región era sacudida por frecuentes terremotos y el más violento fue en 17d.C. que destruyó la ciudad. Debido a estas convulsiones sísmicas no cesaban, los habitantes se trasladaron a las afueras de la ciudad a vivir en tiendas de campaña. Luego de recibir una contribución imperial para su reconstrucción, la ciudad recibió el nombre de Neocesarea; luego bajo el emperador Vespasiano tomó el nombre de Flavia. Debido a sus numerosos festivales religiosos la apodaron “Atenitas”.
Ruinas de la ciudad antigua de Filadelfia
El Mensaje a la Iglesia de Filadelfia
El periodo de esta iglesia comprende del 1750-1900 a.C., que es la Iglesia Misionera, la Iglesia de hoy. El Señor la elogia por su fidelidad, devoción al Señor y por guardar Su Palabra. Cuando el Señor dice: “…el que tiene la llave de David…” significa que El tiene toda la autoridad y de toda autoridad delegada. Cuando el Señor habla sobre la llave de David a Filadelfia, le está dando un recordatorio a lo sucedido en Isaías 22:15-25 que trata sobre el juicio de Sebna. Sebna (vigor juvenil o florecimiento) era tesorero de la casa del Templo. Dios decreta un juicio contra este por su autoconfianza y falta de confianza al Altísimo. Este excava para sí mismo un sepulcro en la roca en un lugar visible próximo al Templo. El pensaba que sobreviviría el siglo en el mismo lugar y que moriría en paz y que sería sepultado en ese sepulcro, pero por boca del Profeta se cumple que su carrera terminaría y moriría en el exilio. Dios traspasaría su gobierno a Eliaquim (Dios reedificara) a quien Dios le entregaría las llaves de David su padre para que el fuese consejero de la casa de Judá. Todo esto da a entender que Dios levanto y bendijo la Casa de David y que El hizo además la cerradura y sobre todo la llave de ella. Desde entonces todo aquel que era el tesorero del
Templo obtenía la llave de David.
El Señor conocía las obras de esta Iglesia que eran buenas y llenas de amor y que el enemigo no descansaba
para ser que la bendición de la Iglesia no fuera posible. El Señor conocía también las dificultades que confronto la Iglesia de Filadelfia tanto espirituales como físicas, pero El Señor le dice que tiene una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar, esto es la oportunidad de Evangelizar a las Naciones enseñando la Palabra de Verdad que liberta al mundo y también con esto tendría el respaldo de Dios. Esta Iglesia mantiene abierta la puerta de la Salvación al mundo. Dándole a entender que El tiene el control de todo en la Iglesia.
En esta Congregación había mas miembros negativos que positivos, pero los positivos no negaron al Señor a
pesar de las persecuciones que había en ese tiempo. El Señor conocía quien le buscaba de todo corazón y quien era irreverente y falsante, por tal razón El Señor los llamo “Sinagoga de Satanás”. La palabra “judío” aquí significa “aquellos que alaban a Dios”. En el tiempo de esta Iglesia para el Siglo I, la Iglesia fue perseguida por Trajano, la cual paso por persecuciones terribles. Esta Iglesia fue la más fiel de todas y nunca negó la fe. La Biblia dice: en Apocalipsis 3:10 “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia (aquí se refiere a la tardanza de Su Venida o el levantamiento de la Iglesia), Yo también te guardare de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. Esta palabra no solamente fue para aquellos días de persecución que hubo, sino que está hablando también de la Gran Tribulación, que ya Cristo había profetizado. Esta Iglesia que es la Iglesia de hoy no pasará por la Gran Tribulación, sino que será arrebatada al Cielo a celebrar las bodas del Cordero. La razón que Cristo habla a la Iglesia de su pueblo que esté preparado para que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán. “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en
pie delante del Hijo del Hombre”. (Lucas 21:36)
El Señor le dice en el versículo 11, la promesa de que El vendría pronto y le advierte que retenga lo
que tiene para que ninguno tome su corona. Se cree que Filadelfia era una ciudad de Reyes y sabemos que las coronas son símbolo de Realeza y de Gloria, y que el enemigo se ha empeñado de arrebatarnos nuestras bendiciones. Todas estas Iglesias de Asia Menor fueron destruidas por lo Mahometanos, en el Siglo XIV,
por Tamerlam o Timur Lenk, pero la Iglesia fiel se mantuvo y por eso a la ciudad de Filadelfia la llamaron, “Alashir”, que significa ciudad de Dios. El Señor le hace la promesa de que al que venciere le haría columna en el Templo de Dios. En tiempos antiguos cuando se quería honrar a alguien noble se erigía o se dedicaba una columna en un Templo o estructura. En el templo de Salomón en la entrada habían dos columnas (estas eran columnas de bronce de diez metros de altura y dos metros de diámetro, cada una con un capitel adornado de lirios y granadas), una se llamaba la columna de Jaquin (Jehová establecerá) y la otra la columna de Boaz (Fortaleza). Estos nombres son la primera palabra de los oráculos reales que aparecían labradas en estas: “Jehová establecerá tu trono para siempre” y la otra es “En la fortaleza de Jehová se gozara el rey”. Esto
nos da a entender que los que somos fieles hasta la muerte somos fundamento que sostienen el Templo, columnas que sostienen el edificio y que seriamos el detalle especial de Dios en todas las cosas. No vamos a carecer de nada porque Dios suplirá todas nuestras necesidades y tendremos como un sello el Nombre de
Nuestro Dios indicando la identificación de los fieles con Dios, la Posesión Divina, la Ciudadanía Espiritual.
El periodo de esta iglesia comprende del 1750-1900 a.C., que es la Iglesia Misionera, la Iglesia de hoy. El Señor la elogia por su fidelidad, devoción al Señor y por guardar Su Palabra. Cuando el Señor dice: “…el que tiene la llave de David…” significa que El tiene toda la autoridad y de toda autoridad delegada. Cuando el Señor habla sobre la llave de David a Filadelfia, le está dando un recordatorio a lo sucedido en Isaías 22:15-25 que trata sobre el juicio de Sebna. Sebna (vigor juvenil o florecimiento) era tesorero de la casa del Templo. Dios decreta un juicio contra este por su autoconfianza y falta de confianza al Altísimo. Este excava para sí mismo un sepulcro en la roca en un lugar visible próximo al Templo. El pensaba que sobreviviría el siglo en el mismo lugar y que moriría en paz y que sería sepultado en ese sepulcro, pero por boca del Profeta se cumple que su carrera terminaría y moriría en el exilio. Dios traspasaría su gobierno a Eliaquim (Dios reedificara) a quien Dios le entregaría las llaves de David su padre para que el fuese consejero de la casa de Judá. Todo esto da a entender que Dios levanto y bendijo la Casa de David y que El hizo además la cerradura y sobre todo la llave de ella. Desde entonces todo aquel que era el tesorero del
Templo obtenía la llave de David.
El Señor conocía las obras de esta Iglesia que eran buenas y llenas de amor y que el enemigo no descansaba
para ser que la bendición de la Iglesia no fuera posible. El Señor conocía también las dificultades que confronto la Iglesia de Filadelfia tanto espirituales como físicas, pero El Señor le dice que tiene una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar, esto es la oportunidad de Evangelizar a las Naciones enseñando la Palabra de Verdad que liberta al mundo y también con esto tendría el respaldo de Dios. Esta Iglesia mantiene abierta la puerta de la Salvación al mundo. Dándole a entender que El tiene el control de todo en la Iglesia.
En esta Congregación había mas miembros negativos que positivos, pero los positivos no negaron al Señor a
pesar de las persecuciones que había en ese tiempo. El Señor conocía quien le buscaba de todo corazón y quien era irreverente y falsante, por tal razón El Señor los llamo “Sinagoga de Satanás”. La palabra “judío” aquí significa “aquellos que alaban a Dios”. En el tiempo de esta Iglesia para el Siglo I, la Iglesia fue perseguida por Trajano, la cual paso por persecuciones terribles. Esta Iglesia fue la más fiel de todas y nunca negó la fe. La Biblia dice: en Apocalipsis 3:10 “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia (aquí se refiere a la tardanza de Su Venida o el levantamiento de la Iglesia), Yo también te guardare de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. Esta palabra no solamente fue para aquellos días de persecución que hubo, sino que está hablando también de la Gran Tribulación, que ya Cristo había profetizado. Esta Iglesia que es la Iglesia de hoy no pasará por la Gran Tribulación, sino que será arrebatada al Cielo a celebrar las bodas del Cordero. La razón que Cristo habla a la Iglesia de su pueblo que esté preparado para que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán. “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en
pie delante del Hijo del Hombre”. (Lucas 21:36)
El Señor le dice en el versículo 11, la promesa de que El vendría pronto y le advierte que retenga lo
que tiene para que ninguno tome su corona. Se cree que Filadelfia era una ciudad de Reyes y sabemos que las coronas son símbolo de Realeza y de Gloria, y que el enemigo se ha empeñado de arrebatarnos nuestras bendiciones. Todas estas Iglesias de Asia Menor fueron destruidas por lo Mahometanos, en el Siglo XIV,
por Tamerlam o Timur Lenk, pero la Iglesia fiel se mantuvo y por eso a la ciudad de Filadelfia la llamaron, “Alashir”, que significa ciudad de Dios. El Señor le hace la promesa de que al que venciere le haría columna en el Templo de Dios. En tiempos antiguos cuando se quería honrar a alguien noble se erigía o se dedicaba una columna en un Templo o estructura. En el templo de Salomón en la entrada habían dos columnas (estas eran columnas de bronce de diez metros de altura y dos metros de diámetro, cada una con un capitel adornado de lirios y granadas), una se llamaba la columna de Jaquin (Jehová establecerá) y la otra la columna de Boaz (Fortaleza). Estos nombres son la primera palabra de los oráculos reales que aparecían labradas en estas: “Jehová establecerá tu trono para siempre” y la otra es “En la fortaleza de Jehová se gozara el rey”. Esto
nos da a entender que los que somos fieles hasta la muerte somos fundamento que sostienen el Templo, columnas que sostienen el edificio y que seriamos el detalle especial de Dios en todas las cosas. No vamos a carecer de nada porque Dios suplirá todas nuestras necesidades y tendremos como un sello el Nombre de
Nuestro Dios indicando la identificación de los fieles con Dios, la Posesión Divina, la Ciudadanía Espiritual.
Laodicea
Era una ciudad de Asia Menor, situada en Frigia, en el valle Lico, que en la actualidad se le conoce como Latakia. Esta ciudad fue construida por el rey seleucida Antíoco II alrededor del año 250 a.C., en honor a su esposa Laodice, la cual más tarde se envenenó. Era una ciudad arrogante por su riqueza comercial, que después de un desastroso terremoto en el 60 a.C. se dio el lujo de rehusar el subsidio imperial ofrecido para su reconstrucción. Su localización sobre una transitada carretera hizo de
ella un centro bancario. Sus productos distintivos eran las ropas y alfombras de
una brillosa lana negra, polvos y medicamentos como colirio (ungüento que se usaba para tratar la miopía) y otros. Pero su ubicación tenía una desventaja, porque la obligaba a abastecerse de agua desde las termas de Hierapolis por una red de tubería, el agua llegaba tibia y provocaba vómitos en muchos casos. Es probable que el evangelio llegara temprano a esta ciudad, por agencia de Epafras (Colosenses 4:12). La Iglesia que estaba en esta ciudad ya no existe, por su desobediencia fue destruida por completo por el guerrero asiático Temur en el
año 1042.
El Mensaje a la Iglesia de Laodicea
Laodicea significa “juicio de naciones” o “apostasía de los últimos tiempos”. Comprende el periodo de la Iglesia desde 1900-????? El Señor comienza hablándole a esta iglesia: He aquí el Amen, el testigo fiel y verdadero, el
principio (el origen de todas las cosas) de la Creación de Dios, dice esto:” (Apocalipsis 3:14). Aquí le dice que El es el Eterno, el Dios Verdadero, el Todopoderoso. El se está identificando como el Amen que significa “así sea” en otras palabras, el garante de todas las promesas divinas, que El conoce todo lo que se hace bien o todo lo que se hace mal, confirmando que El es el Soberano. La iglesia de esta ciudad se vanagloriaba de las obras y de las riquezas que tenia. Se creía autosuficiente rehusando depender de Dios. Por Eso el Señor le dice que conoce sus obras y compara su condición espiritual con las aguas termales que causaban vómitos “por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitare de mi boca”, por su arrogancia y carnalidad. En Apocalipsis 3:17
dice: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tu eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” Esto es por que como esta iglesia se creía autosuficiente, satisfecha de sí misma y que materialmente no le faltaba nada, pero era raquítica espiritualmente y ciega. Cuando el Señor le dice que es miserable, esta palabra significa “algo digno de misericordia, desamparada que no tiene protección, ni se puede amparar en nadie”. Una iglesia sin el respaldo de Dios es una iglesia sola, triste y desamparada, engañada por el enemigo.
ella un centro bancario. Sus productos distintivos eran las ropas y alfombras de
una brillosa lana negra, polvos y medicamentos como colirio (ungüento que se usaba para tratar la miopía) y otros. Pero su ubicación tenía una desventaja, porque la obligaba a abastecerse de agua desde las termas de Hierapolis por una red de tubería, el agua llegaba tibia y provocaba vómitos en muchos casos. Es probable que el evangelio llegara temprano a esta ciudad, por agencia de Epafras (Colosenses 4:12). La Iglesia que estaba en esta ciudad ya no existe, por su desobediencia fue destruida por completo por el guerrero asiático Temur en el
año 1042.
El Mensaje a la Iglesia de Laodicea
Laodicea significa “juicio de naciones” o “apostasía de los últimos tiempos”. Comprende el periodo de la Iglesia desde 1900-????? El Señor comienza hablándole a esta iglesia: He aquí el Amen, el testigo fiel y verdadero, el
principio (el origen de todas las cosas) de la Creación de Dios, dice esto:” (Apocalipsis 3:14). Aquí le dice que El es el Eterno, el Dios Verdadero, el Todopoderoso. El se está identificando como el Amen que significa “así sea” en otras palabras, el garante de todas las promesas divinas, que El conoce todo lo que se hace bien o todo lo que se hace mal, confirmando que El es el Soberano. La iglesia de esta ciudad se vanagloriaba de las obras y de las riquezas que tenia. Se creía autosuficiente rehusando depender de Dios. Por Eso el Señor le dice que conoce sus obras y compara su condición espiritual con las aguas termales que causaban vómitos “por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitare de mi boca”, por su arrogancia y carnalidad. En Apocalipsis 3:17
dice: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tu eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” Esto es por que como esta iglesia se creía autosuficiente, satisfecha de sí misma y que materialmente no le faltaba nada, pero era raquítica espiritualmente y ciega. Cuando el Señor le dice que es miserable, esta palabra significa “algo digno de misericordia, desamparada que no tiene protección, ni se puede amparar en nadie”. Una iglesia sin el respaldo de Dios es una iglesia sola, triste y desamparada, engañada por el enemigo.
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En el versículo 18 dice: “Por tanto, yo te aconsejo que de mi
compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; unge tus ojos con colirio, para que veas”. Esto es que la iglesia necesitaba desesperadamente de la gracia que regenera, las vestimentas de la justicia de Dios y la unción del Espíritu Santo para que ilumine los ojos de su corazón. En esta ciudad había una compañía de telas, el material era como una lana negra que las pintaban de blanco, de esta manera hay muchos creyentes que viven en una santidad falsa, de apariencia de piedad pero con corazón entenebrecido. Viven engañados creyendo que pueden ocultarse de la presencia de Dios. Son carnales, sin frutos del Espíritu Santo, orgullosos, vanagloriosos, sin amor a Dios ni al prójimo; creen que por ir a la iglesia y cantar coritos tienen el Cielo gano, pero realmente están condenados al infierno. El Señor exhorta a que los creyentes no tomen la forma de pensar del mundo, no dar valor a los éxitos mundanos y que reconozcan que los bienes de este mundo no tienen valor en el cielo. Dios desea
consagración total, en todas las esferas, física, emocional hasta intelectualmente. En el versículo 19 el Señor está diciendo a la Iglesia que El sabe todo lo que han pasado en la trayectoria espiritual como Iglesia. El cuidó
todo el tiempo a esta iglesia hasta que llego el momento de tomar las cosas en serio y los mandó a que se arrepintieran, pero no obedecieron. En el verso 20 el Señor en Su misericordia le está dándole oportunidad para que recapaciten de su conducta pero no obedecieron. El Señor dice: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” (Apocalipsis 3:21,22) Es la promesa de Cristo a los que son fieles y verdaderos, que todo lo que El recibió del Padre, El lo compartirá con ellos.
Bibliografia
Nuevo Diccionario Biblico Ilustrado Caribe; Wilton M. Nelson y Juan Rojas Mayo, Editorial Caribe
Bonilla, Angel,Un Encuentro con el Apocalipsis, 2007 Spanglish Design and Signs, Orlando,
Florida
Ball, Sunshine, Daniel y el Apocalipsis, Editorial Vida, 2000.
Punton, Anne;El Mundo que Jesus Conocio; Editorial Portavoz
La Biblia Plenitud Editorial Caribe.
compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; unge tus ojos con colirio, para que veas”. Esto es que la iglesia necesitaba desesperadamente de la gracia que regenera, las vestimentas de la justicia de Dios y la unción del Espíritu Santo para que ilumine los ojos de su corazón. En esta ciudad había una compañía de telas, el material era como una lana negra que las pintaban de blanco, de esta manera hay muchos creyentes que viven en una santidad falsa, de apariencia de piedad pero con corazón entenebrecido. Viven engañados creyendo que pueden ocultarse de la presencia de Dios. Son carnales, sin frutos del Espíritu Santo, orgullosos, vanagloriosos, sin amor a Dios ni al prójimo; creen que por ir a la iglesia y cantar coritos tienen el Cielo gano, pero realmente están condenados al infierno. El Señor exhorta a que los creyentes no tomen la forma de pensar del mundo, no dar valor a los éxitos mundanos y que reconozcan que los bienes de este mundo no tienen valor en el cielo. Dios desea
consagración total, en todas las esferas, física, emocional hasta intelectualmente. En el versículo 19 el Señor está diciendo a la Iglesia que El sabe todo lo que han pasado en la trayectoria espiritual como Iglesia. El cuidó
todo el tiempo a esta iglesia hasta que llego el momento de tomar las cosas en serio y los mandó a que se arrepintieran, pero no obedecieron. En el verso 20 el Señor en Su misericordia le está dándole oportunidad para que recapaciten de su conducta pero no obedecieron. El Señor dice: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” (Apocalipsis 3:21,22) Es la promesa de Cristo a los que son fieles y verdaderos, que todo lo que El recibió del Padre, El lo compartirá con ellos.
Bibliografia
Nuevo Diccionario Biblico Ilustrado Caribe; Wilton M. Nelson y Juan Rojas Mayo, Editorial Caribe
Bonilla, Angel,Un Encuentro con el Apocalipsis, 2007 Spanglish Design and Signs, Orlando,
Florida
Ball, Sunshine, Daniel y el Apocalipsis, Editorial Vida, 2000.
Punton, Anne;El Mundo que Jesus Conocio; Editorial Portavoz
La Biblia Plenitud Editorial Caribe.